Si nos detenemos por un instante a pensar quiénes han sido los referentes más influyentes y relevantes en el ámbito educativo, sin duda debemos aludir a María Montessori.



María Montessori (de nombre real: María Tecla Artemisia Montessori) tenía una personalidad atípica para su época. Nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, hija de Renilde Stoppani y Alessandro Montessori.
Insistió en realizar sus estudios en un liceo técnico a los catorce años, ya que deseaba ser ingeniera, pero finalmente descubrió un gran interés por la biología humana.
Después de estas experiencias, sintió la ambición de estudiar medicina.
Al haber realizado las pruebas en otras materias, es admitida en la Facultad de Medicina de la Universidad de Roma, donde se graduó en 1896 como la primera mujer médica en Italia. Tras la obtención de su doctorado, se especializó en psiquiatría en el departamento del Dr. Montesano.
Su trabajo de investigación se centró en la situación de los niños que vivían en preescolar.

Su enfoque es fundamentalmente médico (medir, pesar, higiene…), aunque también es humanista, visión a la que prestó especial atención.
Creó una institución en la que instauró un enfoque de intervención hacia los niños más pedagógico que médico.
Durante dos años, trabajó con los niños de los asilos y con los considerados «ineducables», enviados desde la escuela pública. Partió del material de Séguin y de otro que concibió en función de las necesidades de estos menores. Presentó a una parte de sus alumnos a los exámenes de las escuelas públicas, los cuales aprobaron.

El origen de su exitosa pedagogía se remonta a su labor emprendida en la clínica de la Universidad de Roma, pues adquirió una gran sensibilidad educativa debido a las condiciones en las que se encontraban los infantes, los cuales estaban encerrados y sin ningún tipo de estimulación sensorial. Montessori dotó a dichos niños de diversos materiales con la finalidad de que conociesen y tuviese un contacto directo con el mundo que les rodeaba.



Pero, ¿Cuál es la razón por la que este método sigue vigente y con un gran auge en la actualidad? Sin duda, la respuesta a esta pregunta está en que el centro de interés y principal protagonista del proceso de aprendizaje es el niño.
Asimismo, esta pedagogía apuesta por un ambiente preparado, buscando un espacio dinámico que atienda a la formación individual y colectiva de los discentes, diferenciándose en áreas a las cuales los niños pueden acceder bajo su libertad y ritmo, eligiendo si trabajan de manera conjunta o individual.
Cada área debe estar dotada con los materiales correspondientes, así como con mobiliario adaptado a los alumnos.
La mente absorbente del niño: el niño por interés e imitación va a aprender a hacer cosas, quiere aprender, por ello el docente ha de guiarle sobre qué aprender y qué no, desde su libertad, con la motivación y estimulación pertinente.
Educación individualizada: cada niño es único, tiene unos intereses, unos ritmos de aprendizaje y formas de trabajar.
Libertad y autodisciplina: se ha de crear un clima cálido y de amor.
No debemos olvidarnos que el juego es un elemento fundamental en la pedagogía montessoriana debido a que a través de la manipulación de los diversos materiales que le proporciona, el niño va a adquirir una idea de cómo es la realidad en la que se desenvuelve. El juego en estas edades es una actividad voluntaria, espontánea, creativa y agradable que le va a proporcionar técnicas y habilidades para relacionarse, solucionar problemas, adquirir lenguaje, etc.
María Montessori ideó unas serie de materiales didácticos utilizados actualmente en el proceso de enseñanza- aprendizaje que permiten la investigación y exploración individual por parte del alumno. Entre los diferentes materiales están: sensoriales, lenguaje, matemáticas, ciencias y expresión artística.